“La terminación de los trabajos de puesta en valor del edificio de la calle Azara 841, que se encuentra en curso, es la culminación de un proceso largo, laborioso y extremadamente complejo. Las cuestiones involucradas abarcan aspectos reglamentarios, de preservación histórica, tecnológicos, logísticos y de sustentabilidad” destacó el arquitecto Lucio Neumann del Estudio Neumann-Kohn, que llevó adelante la obra.
Para su concreción tres grandes grupos empresarios debieron consensuar, y plasmar contractualmente la voluntad de llevarla adelante.
“El resultado, que nos enorgullece, significa para la ciudad, la recuperación de uno de los ejemplos destacados del primer racionalismo. Desde el punto de vista urbanístico el impacto es también significativo porque contribuye a completar el tejido urbano en el barrio de Barracas, que estuvo deprimido durante muchas años y que luego de la renovación por parte del Gobierno de la ciudad de la Av. Regimiento de Patricios ha comenzado un cambio espectacular con importantes proyectos. La antigua planta Cruz de Malta, planta 2 de Alpargatas donde se desarrolló Casa Foa y nuestro edificio de la calle Azara entre otras”.
“Creemos que la participación del sector público en las iniciativas de renovación urbana, preservación de edificios protegidos y promoción de las prácticas de sustentabilidad es fundamental. En el caso del edificio Alpargatas de la calle Azara, la articulación entre el área de protección histórica del Gobierno de la ciudad y los propietarios del inmueble, con nuestra participación mediando entre las partes y fundamentando la propuesta de renovación permitió destrabar una limitación reglamentaria que mal manejada hubiera impedido la concreción del proyecto. En efecto la zonificación (R2B1) indicaba que el uso administrativo no era admisible para el edificio. Nuestra argumentación, finalmente aceptada por el organismo de control (la estructura existente solo admitía por su tipología el uso administrativo) permitió obtener la conformidad para el uso propuesto y en definitiva la concreción de los trabajos de puesta en valor”.
El edificio proyectado en Inglaterra y construido a principios de la década del ´30 del siglo pasado, es un enorme transatlántico varado en medio del barrio de Barracas. Sus 20 mil metros cuadrados fueron originalmente concebidos como depósito en una época en la que Alpargatas era la principal empresa industrial de la Argentina. Se desarrolla en ocho plantas y subsuelo. En el 7mo piso y con una espacialidad espectacular se ubicaban el comedor y las cocinas del complejo industrial que llego a emplear 14 mil personas. El espacio del comedor, en realidad un inmenso salón de usos múltiples se utilizaba también como cine y teatro y como espacio cultural comunitario.
Las plantas de 2100 metros cuadrados cada una, con generosas luces libres y excelente iluminación natural se adaptaron perfectamente a su nuevo uso. La intervención incluyo restauración de fachadas, la renovación integral de todas las carpinterías exteriores, la construcción de una nueva escalera de hormigón armado reglamentaria, y la adaptación de otras dos a la normativa contemporánea de protección contara incendio, la instalación de 5 ascensores de alta velocidad, la renovación integral de la instalaciones de extinción de incendio, de climatización, eléctrica, de seguridad y sanitaria. Asimismo se construyo una cocina y comedor para 200 personas, se amplio y modifico el hall de acceso, y se inicio la renovación de los interiores corporativos con el nuevo PWC delivery center, que en su etapa final ocupara 6600 m2. Las obras se están desarrollando con el edificio funcionando. (Entre Alpargatas, Ch2M Hill y PWC, hoy trabajan en el edificio aproximadamente 600 personas).
“Frente a la renovación de edificios protegidos, desarrolladores y comitentes plantean dudas respecto de la rentabilidad de los proyectos. El caso de Alpargatas Azara es un buen ejemplo del potencial de edificios protegidos para albergar en forma eficiente nuevos usos, y simultáneamente generar importantes beneficios en términos de rentabilidad locativa y valor inmobiliario. La empresa propietaria obtuvo, además de la regularización reglamentaria del inmueble, la mejora de su imagen corporativa, la revalorarización de un inmueble importante en una proporción que decuplica el costo de la obra, y una mejora extraordinaria en la seguridad y calidad de vida de sus usuarios” sostuvo el arquitecto Neumann.