Realidades y mitos de lo sustentable

Desde el planeamiento, Ani Rubinat destacó que la sustentabilidad ya pasa a ser un estándar con el que se manejan las empresas, principalmente las filiales de firmas internacionales, que incluso colaboran en el reciclaje de los materiales que elaboran.

Ricardo Bezpranovoy, integrante de Green Building Argentina y asesor de Carrier, explicó que en materia de aire acondicionado el tema está muy desarrollado, en todos los equipos hoy está previsto el ahorro energético, como también las emanaciones de gases refrigerantes. “Carrier empezó hace diez años en ese sentido con mucho énfasis, hoy todos los productos que se comercializan en la Argentina incluyen estos parámetros”. Y agregó que el aire acondicionado suma 50 puntos en calidad de aire interior y ahorro energético, de los cien que se necesitan para clasificar. Por lo demás, el mercado argentino está cubierto con productos importados, los chillers y los equipos VRF, que no tienen restricción para importarlos.

En el terreno de los casos concretos, Roxana Scianca, de Criba, al hablar del proyecto del banco Ciudad precisó que “fue muy demandante la ingeniería, puesto que la idea rectora es un edificio sustentable socialmente integrado, en el que se tuvieron en cuenta tanto en el diseño, en los espacios y los materiales todos esos aspectos. Si bien tiene tres plantas, es un mono volumen, por lo cual  se cuidó la acústica y el acondicionamiento climático, considerando la exposición al sol de las distintas vistas, se instalará un solo sistema central de refrigeración y calefacción muy eficiente, que posibilita que el 50 por ciento de los días del año funcione sólo en ventilación”.

Es un open office completo, segmentado por niveles que son bandejas. En planta baja se desarrolla un área social muy importante, con un auditorio y salida al parque. La fachada es toda vidriada, se integra con el paisaje, y requirió un estudio de la opacidad del vidrio muy particular y un tratamiento distinto de acuerdo al grado de exposición al sol. La cubierta ondulada se pensó como una forma de relacionar el edificio dentro de un área fabril, pero además ofrece propiedades térmicas, y se diseñó una visera hacia el parque que protege del sol del norte. Los pisos técnicos están alfombrados, en función de un cálculo acústico, los tabiques interiores de hormigón revestidos con materiales absorbentes.

En este aspecto, Victoria Waserman, de Hydro Aluminium destacó que las fachadas son un punto fundamental en el ahorro energético, y que ese tema ha sido encarado por la empresa en la fabricación de un producto customizado. “Hay productos que son los frame, que se están utilizando mucho ya que con ellos se minimiza el trabajo en obra con lo que se evitan riesgos”, precisó el ingeniero Alberto Bustos, de la misma empresa. Además, al ahorro dentro del edificio hay que sumarle la protección solar, para evitar el ingreso de la radiación.

Leo Lotopolsky, de Point Design, puso el acento en las cuestiones previas, en lo que puede hacer el arquitecto desde el proyecto. “Como una herramienta de diseño más que involucra al cliente, al proyectista, los materiales, e incluso una conciencia país que permita desarrollar y materializar. Hay ciertas marcas que integraron el tema de la sustentabilidad como parte de su core bussines, como diferencial, desde cadenas de supermercado o el caso de Falabella que desarrolló su propio sistema de certificación Leed en conjunto con el Consejo de construcción verde  de USA para reducir los costos. También hay una cuestión de costos a determinar, pero este es el panorama en términos de marca. Aunque, no necesariamente la sustentabilidad está asociada a una determinada etiqueta”, consideró. Por otro lado, agregó que la ciudad está llena de carteles que anuncian construcciones verdes, y es difícil distinguir lo que es de lo que no es. “Desde ese lugar hay cosas que podemos hacer como arquitectos, un estudio previo de cómo hacemos para definir la arquitectura que necesita el comitente.”

En este aspecto, Marcelo Waisman de IRSA apuntó “actualmente, para poder participar del mercado de oficinas, que no es tan rentable, hay que ser de vanguardia”, sin lo cual peligra la inserción de un producto dentro de ese mercado. Aunque Roberto Converti, de Oficina Urbana, evaluó que no todas las empresas tienen que cumplir con esas exigencias de altísimo rango. Y se da el contrasentido que cuando el desarrollador propone obras para zonas postergadas, se dan grandes debates y exigencias al pionero, mientras que el Estado no cumple mínimamente las reglas que exige. Incluso, Guillermo Murisengo, de Stieglitz Constructora, subrayó el esfuerzo que representa para una empresa administrar todo el tema ecológico, que requiere de asesores especiales para evaluar los proyectos desde los tiempos previos a su ejecución. “Ese costo todavía no se pondera”, recalcó.

Cuando se destaca que en las provincias se imponen los usos mixtos, que incluyen oficinas cercanas a los lugares de residencias, y aquí se hizo hincapié en ciudades como Rosario y Córdoba que crearon una positiva complementación público y privada, Converti señaló, que en cambio, los municipios bonaerenses se aferran a códigos de planeamientos locales obsoletos que se oponen a la movilidad que aún el propio ciudadano elige, como estar más cerca de sus lugares de trabajo. “Empieza el debate en los consejos deliberantes, lo cual se transforma en un galimatías político y oposiciones aún cuando las tendencias están completamente comprendidas por la sociedad. Parece que se está llevando una excepción a un lugar cuando la posibilidad es la de transformarlo en algo mejor. Por caso, nosotros estamos haciendo varios proyectos en zonas complejas donde hace unos años atrás se podría decir ahí nunca. Uno, en San Martín, para Nobleza Picardo; otro en  la entrada de Puente Alsina en Lanús, y en la costa de Quilmas. Sin embargo, la sociedad que discute no es la que está con la posibilidad o expectativa de ocupar esos espacios. Se dan debates en ámbitos que no tienen nada que ver con ellos”.